La primera infancia, que abarca los primeros cinco años de vida de los niños y niñas, es considerado un período crucial para el desarrollo físico, intelectual y emocional de las personas. Dejar a los niños sin apoyo durante este periodo puede acarrear consecuencias a largo plazo, una problemática que los Centros de Primera Infancia en Argentina buscan reducir.
El desafío principal en el país sigue siendo las desigualdades del sistema para que los niños puedan beneficiarse de todos sus derechos en el acceso a una educación de calidad y otros servicios. En la actualidad, más de 10 mil bebés mueren antes de cumplir los 5 años, siendo la mayoría de estas muertes antes de su primer año de vida.
Con números tan impactantes, actuar en la intervención temprana es crucial. Es durante este período de la vida de un niño que se pueden identificar ciertas discapacidades y prevenir otras. Tanto las convenciones internacionales como las leyes nacionales en Argentina cuentan con mecanismos legales para la plena atención de servicios y cuidado en la infancia.
Colaboración intersectorial
Desde esta perspectiva de derechos humanos, desde el 2019, el programa internacional de Perkins School for the Blind ha comenzado a trabajar junto a la Universidad Católica de Córdoba (UCC), la Subsecretaría de Discapacidad, Rehabilitación e Inclusión, la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes y otros organismos afines, a través de su enfoque de Programas Modelo, con el objetivo de capacitar a tutores para enseñar a profesionales que trabajan con niños con discapacidades.
Ahora, a partir del 2023, Perkins está ampliando su trabajo en el país con un proyecto que se centrará en fortalecer seis instituciones de educación temprana, en la provincia de Córdoba, lo que implica una innovación dentro del proyecto con una valiosa oportunidad de intervenir en los primeros años de vida, apoyando la detección temprana, favoreciendo la atención adecuada a las necesidades del desarrollo de los niños para garantizar el acceso a la educación formal en condiciones más equitativas. El objetivo principal es contribuir al desarrollo psicológico a través de la estimulación temprana y la nutrición adecuada, además de facilitar la intersección social y laboral de adultos responsables.
María Alejandra Yanes, coordinadora del centro de primera infancia Dr. Jorge Álvarez de Villa Santa Rosa de Río Primero, comparte que “la idea es poder cumplir nuestro objetivo de apoyar al niño y a su familia en esta etapa de crecimiento para mejorar su autoestima y seguridad; también como sociedad, mejorar la cobertura del servicio.”
Karina Medina, representante de Perkins en Argentina, cree que con el trabajo que Perkins está llevando a cabo en colaboración con el gobierno en Córdoba, varias familias y sus hijos en las primeras etapas de sus vidas se beneficiarán, incluido Benjamín, quien tiene una condición de trastorno en la función motriz y cognitiva, enfrenta desafíos en del habla y aún no logra ejecutar habilidades básicas como comer por sí mismo. Karina espera que, con el proyecto de Perkins, Benjamín pueda mostrar un crecimiento en esta etapa de la primera infancia que “servirá para mejorar su autoestima, tener seguridad y poder demostrar todos los logros que ha tenido en el año, preparándolo para la escuela”.
Cuando a un niño se le diagnostica una discapacidad, las familias a menudo sienten que tienen un gran desafío por delante y pocas posibilidades de apoyo, lo que puede mantener a los niños fuera de la escuela en sus primeros años de vida. Argentina ha demostrado cambios en relación a la inclusión social, pero todavía existe evidencia de una brecha entre las leyes que garantizan derechos y su implementación efectiva para el desarrollo de una política integral de educación temprana. Al iniciar esta colaboración con el gobierno y los centros de educación temprana en Córdoba, Perkins se compromete a lograr un cambio real y sistémico con un potencial significativo para un futuro impacto en la educación temprana a nivel nacional.
