No soy la única, pero aún así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aún así puedo hacer algo; y justo porque no lo puedo hacer todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo
Helen Keller
Ser educadora, acompañar y facilitar el desarrollo integral de los alumnos supone procesos continuos de búsqueda y aprendizaje, tanto individuales como colectivos.
En la escuela Helen Keller, en Guadalajara, México, trabajamos por otorgar el derecho a la educación a niñas y niños con discapacidad visual y otras discapacidades asociadas. Entre los grupos con los que trabajamos está el que nombramos “Retos Múltiples”, en el cual atendemos educativamente a aquellos pequeños que además de la discapacidad visual cuentan con otra condición: espectro autista, parálisis cerebral, sordoceguera u otros síndromes asociados. Según el ritmo de aprendizaje de cada estudiante se van integrando a los demás grupos.
Hasta el año pasado les brindamos experiencias educativas, buscando con creatividad y autocapacitación estrategias y formas adecuadas según las necesidades de cada una/o. En diciembre de 2021, recibimos la invitación de Perkins para participar del proceso de formación a docentes que atienden a estudiantes con multidiscapacidad, discapacidad sensorial y sordoceguera.
Para este diplomado en línea que consta de tres niveles, nos otorgaron tres becas: dos para maestras y una para la directora, quienes asumimos la responsabilidad y compromiso de compartir lo aprendido con todo el equipo docente de nuestra escuela para implementar, de manera colaborativa, acciones que transformen el quehacer cotidiano en cada uno de los grupos que atendemos y de la escuela en general, con la finalidad de mejorar la atención de todos los alumnos, especialmente de aquellos que presentan estas condiciones.
Este proceso de evaluación, monitoreo y seguimiento durará tres años; aunque el costo de éste es elevado, para Helen Keller no ha implicado ninguna inversión financiera.
Los principios en los que se basa el seguimiento para la transformación de la escuela son:
- Autonomía
- Trabajo colaborativo
- Comunicación transversal (como filosofía y método de trabajo)
- Inclusión
Estos principios se concretan en ámbitos específicos que nos brindan indicadores y niveles de impacto, los cuales van gestando la auto reflexión, autoevaluación y búsqueda de mejoras constantes en prácticas políticas y de cultura innovadora entre la comunidad educativa; durante este proceso somos acompañados por un coordinador educativo de Perkins.
Iniciamos en febrero de 2022 con gran entusiasmo y altas expectativas; sin duda ha sido un proceso interesante, novedoso, que nos ha permitido cambiar paradigmas; aprendemos teorías, métodos, procedimientos, así como estrategias para acompañar y enseñar a estos alumnos; pero especialmente aprendemos sobre la manera de concebir, acoger, ubicar y trabajar con ellas/os de una manera más humanizada.
Esto último resulta vital, pues sabemos que la posibilidad de comunicarse entre los seres humanos es fundamental en el desarrollo de construirse a sí mismo, como persona y sociedad; por eso forma una parte muy importante en el quehacer educativo.
La primera toma de conciencia fue comprender que toda persona se comunica, aunque no sea de manera verbal o por un lenguaje alternativo (lengua de señas); los educadores hemos de tener la sensibilidad y capacidad de observación hacia los alumnos, para descubrir cómo se comunica y qué comunica, por ejemplo, a través de movimientos, gestos y/o señas. Hemos de aprender a entablar conversaciones con ellos, al mismo tiempo que les enseñamos a comunicarse de manera cada vez más elevada para que puedan interactuar con los demás.
Es necesario propiciar espacios, tanto físicos como emocionales, donde se sientan cómodos para entablar conversaciones, dándoles la oportunidad de expresarse como puedan y con el tiempo que requieren. Se ha de favorecer también que tomen decisiones de cualquier índole, pues en la vida tendrán que determinarse y resolver problemas, según sus posibilidades.
La conciencia y dominio del cuerpo es básico también para el desarrollo de estas personas, por lo que resulta fundamental promover en ellos el movimiento. Uno de los autores vistos señala que “para facilitar la confianza con el estudiante, el educador ha de seguir sus movimientos, como en una danza”. Esta metáfora me hace mucho sentido pues implica que el educador tendrá que seguir el ritmo y actividad de cada alumno a fin de conocerle, y entonces sí, atender realmente sus necesidades e intereses.
Otro factor importante que reafirmamos es el de trabajar a la par con las familias de estos alumnos, pues en definitiva son quienes más los conocen, están con ellos y saben cómo relacionarse y facilitar experiencias de aprendizaje para ellos. La propuesta de formación y acompañamiento a los padres de familia por Perkins es facilitada desde el conocimiento y experiencia de padres o madres que tienen un hijo/a con esta condición de vida y no desde los maestros o expertos; pues entre ellos se comprenden, desarrollan confianza y les es más fácil avanzar.
El currículo para la enseñanza de estos alumnos, ha de ser funcional y de calidad para sus vidas; los procesos de planeación, realización y evaluación están realmente centrados en la persona y el fin último es que sean felices.
La integración de la calidad de vida en el plan de estudios para estos estudiantes se basa en:
- Vivir: desarrollar las capacidades para ser lo más autosuficiente posible atendiendo por sí mismo su alimentación, vestido, higiene y espacios vitales.
- Amar: establecer vínculos afectivos con su familia, maestros y sobre todo con sus amigos, sus iguales.
- Trabajar: aprender a colaborar en su familia, en la escuela (limpiar su espacio, recoger…), a sentirse útil y parte de su grupo. Según las circunstancias ha de aprender un oficio, para ser lo más autosustentable posible.
- Disfrutar: entender que la vida también se goza, por lo que es necesario tener momentos de esparcimiento, ocio y diversión. Aprender a jugar, tener un pasatiempo y tener momentos para recrearse.
Para las personas que pueden ver, escuchar y desplazarse estos aprendizajes se dan mayormente por imitación en la relación cotidiana; sin embargo, a las personas con multidiscapacidad hemos de facilitarles experiencias que les posibiliten un desarrollo integral, una humanización más plena.
La oportunidad de ser parte en este proceso de formación para la escuela, en lo particular me ha humanizado, me hace tomar conciencia desde el corazón que estos estudiantes, aún con las condiciones más complicadas, son personas que sienten, aman, piensan y que pueden ser felices; que son tan hijos de Dios como cualquiera y que necesitan tiempo, compañía, integración a la comunidad, que su presencia nos aporta flexibilidad, apertura, ensanchamiento de perspectivas y concepciones, en pocas palabras mayor humanización.
Me hace conectar con la pasión de Juana de Lestonnac, expresada en su vida y palabra, retomo una de sus máximas “A todo estoy dispuesta por salvar a las almas que se pierden, y daría con gusto mi vida por la salvación de una sola. Que con nuestra vida y misión en lo personal y comunitario contribuyamos a la construcción de una sociedad más humana, solidaria e incluyente…[1]”
[1] Máxima 86 en “Avisos y máximas, entresacadas de las cartas e instrucciones de la Beata Juana de Lestonnac a sus primeras hijas”, México, 1949.