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El amor nos ayuda a superarnos

Mary es una niña de preescolar en una comunidad semi rural en Yucatán. Con el amor y compromiso de su abuela y maestros, ha logrado avances en condiciones adversas.

Mary sonrie en su silla de ruedas

María Aurora Kú Uicab es una niña muy feliz de 5 años con parálisis cerebral que vive en Tecoh. Esta es una población semi-rural localizada a 28 kilómetros al sureste de la capital del Estado de Yucatán en México cuya población es mayoritariamente de ascendencia maya. Mary es alumna del preescolar de la escuela de educación especial “Centro de Atención Múltiple (CAM) en Tecoh”.

Aurorita o Mary, como la llaman en la escuela, vive algunos días con su mamá y hermanos y otros con su abuela Doña Mary (María Cleotilde), con quien tiene una relación muy cercana. Es su abuela quien da seguimiento a las actividades que envían de la escuela.

Tengo tres hermosos nietos. María Aurora es como especial porque necesita más cuidados, hay que apoyarla… Estaba feliz cuando ella nació, pero pues nació con ciertos problemas, pasó varios días en el hospital, parecía una telita, no tenía fuerza en la parte del cuello, no tenía movimiento en sus deditos, los tenía cerrados totalmente. Ella está creciendo conmigo. Yo me comprometí con ella cuando ella cumplió un año, yo me comprometí a que la iba a apoyar en todo con tal de que ella saliera adelante y hasta ahora eso he hecho. Y cada logro que tiene ella yo me siento orgullosa” dice doña Mary. 

El CAM Tecoh, está recibiendo orientación de Perkins Internacional para convertirse en una escuela de referencia para otras en su estado. El equipo de la escuela está altamente comprometido con la educación de sus estudiantes.  Esto ha permitido que, a pesar de lo difícil que ha sido comunicarse con las familias durante la pandemia porque no cuentan con internet en casa y tienen un presupuesto reducido para hacer llamadas, se han podido comunicar y dar lecciones a través de mensajes, videos cortos en WhatsApp, además de entregar mensualmente, ya sea en el centro de sus municipios o en ocasiones en sus casas, el material y actividades a realizar.

Las maestras han trabajado mucho para acompañar a Mary y a su abuela para ampliar la participación de la pequeña Mary en el hogar a través de la comunicación, la diversidad de actividades y la buena postura de Mary durante las mismas. 

Entre sus logros, Mary ha logrado masticar por sí misma, está empezando a avisar a su abuela cuando quiere ir al baño, y tiene más movilidad en su mano derecha, lo que le permite tener mayor participación en sus actividades. Ella está aumentando su comunicación gestual, inicia a decir “no” con la cabeza, así como “sí” con la sonrisa. Empieza el reconocimiento de su nombre escrito y elige mirando el objeto que desea.

Doña Mary nos cuenta, “Me acuerdo el primer día cuando ella empezó a masticar me quedé viéndola y me empecé a reír. Estaba feliz. Esas cosas para mí son inolvidables, y pues ella sentía en ese momento que me estaba burlando de ella, pero no. Por ejemplo, cuando empezó a mover su manita para mover las cosas, y luego fue animándose a jalar las cosas hacia ella, son experiencias que se viven con ella que se quedan grabadas totalmente”

La pandemia trajo el confinamiento y con ello la permanencia en casa limitando el trabajo y los ingresos del hogar.  Doña Mary ha podido resolver los inconvenientes cambiando algunos materiales que le proponen en la escuela por otros que ella tiene en su casa, o bien diseña materiales propuestos con sus propios recursos. Además, recibe un apoyo económico por parte del gobierno para Mary y comenta que siempre encuentra apoyo en su comunidad cuando lo requiere. Por otro lado, reconoce que su nieta extraña convivir con otros niños, pues por lo pronto, sólo están ellas dos.

Doña Mary desea que en un futuro, su nieta Mary pueda valerse por sí misma, que aprenda a comunicarse con las demás personas, a leer y escribir y cuando sea grande tenga un trabajo.

A manera de consejo para otras familias, Doña Mary comenta lo siguiente:

Recomiendo a las familias no darse por vencidas, porque ellos nos necesitan, y como ellos nos necesitan nosotros los necesitamos también porque de ellos aprendemos muchas cosas……. Cada niño que nace especial tiene un cierto don de aprendizaje, pero si nosotros no los apoyamos no pueden avanzar. Tener un niño especial no significa que se acabe el mundo, al contrario, es un comienzo de un nuevo aprendizaje con ellos, que es algo que pueden superar entre los dos.”

La historia de Mary es un gran ejemplo de superación basados en el amor y compromiso de doña Mary a su nieta María Aurora, así como del equipo de profesionales de la escuela guiados por Perkins Internacional. 

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