Valentino es un niño de tres años que está dando sus primeros pasos en la escolaridad en el Colegio Hellen Keller en la provincia de Mendoza, Argentina. Valen tiene ceguera cortical bilateral y otras patologías a nivel neurológico, lo que imposibilita su desarrollo normal tanto a nivel motriz como intelectual.
Le encanta asistir a la escuela y estar con otros niños, por lo que la pandemia ha sido difícil para él. Las clases virtuales no son las preferidas de Valentino. Por protocolo, sólo puede ir a la escuela los viernes de 15:45 a 17:00 horas.
Sus maestras le envían actividades que disfruta mucho, además de cuentos y canciones. Con cada actividad, las maestras transmiten su profesionalismo, dedicación y amor. Las maestras se ponen en contacto con los padres de Valen y les explican cómo realizar las tareas y el objetivo de las mismas. Una de las tareas de Valentino fue construir un instrumento musical. Para ello, eligió los materiales con su maestra y terminó el armado en casa con sus padres. A Valentino le encanta salir (aunque no le gusta que le dé el viento o el sol en su cara), por lo que en este tiempo de pandemia y virtualidad, sus padres lo han llevado a distintos lugares para aprender cosas nuevas. Sus hermanos también pasan mucho tiempo con él, incluyéndolo en todo lo que hacen.